Ya no me dan miedo las agujas. Al menos no me duelen ni me dejo moretones. Con respecto a la mezcla con el Menopur, bueno, eso es harina de otro costal. La primera vez fue un desastre, la segunda fuimos mejorando.
La frase del doc fue: ¡no tengan miedo a la medicación! Incluso nos lo escribió en un papelito que tengo ahora pegado en la puerta de la heladera.
Él se apresuró a replicar que ambos somos hijos de diabéticos (yo de madre y él de padre) insulino dependientes y que durante toda nuestra vida hemos visto como nuestros progenitores se inyectaban insulina antes de desayunar.
-Amor, vos nunca te inyectaste nada y, como decía mi bisabuela materna: "la experiencia es una enfermedad que no se transmite".
No hay comentarios.:
Publicar un comentario