Estábamos en un hotelito en Inglaterra. No se me ocurre qué hacíamos ahí. Era de noche y estábamos a punto de irnos a dormir. Pero entonces descubríamos que había dos esqueletos entrelazados en nuestra cama.
En el baño igual. Había un esqueleto en la bañadera (era un hotel con bañadera) y otro sentado en el inodoro.
Recuerdo que no me daban miedo pero me hacían sentir muy extraña. Quería salir de allí.
Por la mañana le cuento el sueño.
-Bueno, es sabido que los ingleses no tienen muy buen gusto.
-¡Pero eran esqueletos! ¡En la cama! ¡En el baño!
Él suspira. Me dice con voz calma.
-Estamos rodeados de esqueletos, amor. En la cama... en el baño...
-¿Vos lo decís por... los embriones? ¡Pero estos eran esqueletos enormes!
-No sé vos pero yo a los embriones los siento como algo muy grande, amor.
♥
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