Siento el cuerpo compartimentado. Hay partes que no quieren sentir. Eso me permite vivir una vida casi normal.
Camino con tiento intentando reconocer esas partes. Voy recorriendo lo que la ola de la in vitro dejó. Es como si caminara por una playa con marea baja. No puedo hacer oídos sordos a lo que hay en la playa. Restos y más restos.
Necesito integrar esta enorme ola a mi vida. Integrar todas las olas de mi vida. Esa es la única forma en la que siento que podré continuar con esta búsqueda.
La in vitro de agosto fue la gran fiesta que terminó sin bebé. Ahora toca recoger los pedazos, lavar lo que quedó sucio, acomodar los muebles y poner en orden la casa.
Mucho ánimo, bonita :)
ResponderBorrarYo estoy viviendo esa ola ahora mismo y... ¡madre mía! ¡Lo que habrá que limpiar después! Te entiendo perfectamente.
Sé fuerte, y si no te sale... descansa, que podemos ser heroínas, pero de carne y hueso ;)
Remedios, me alegra saber que ya estás en la ola, es una sensación fantástica. Gracias por tu ánimo. En algún momento se nos dará! Abrazo enorme.
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