Un cuento sufí para la hermosa Emilia y su valerosa mamá
Un
hombre vivía a orillas del mar, en una enorme playa donde tenía una
casita. Era un hombre inteligente y con sensibilidad acerca de las cosas
importantes de la vida.
Una mañana mientras paseaba por la playa
vio a lo lejos una figura que se movía de una manera extraña. Al
acercarse vio que era un viejo que recogía las estrellas de mar que habían quedado varadas en la orilla y las lanzaba otra vez al océano.
El hombre le preguntó al viejo que estaba haciendo y éste le contestó:
-La marea está muy baja y si no devuelvo estas estrellas de mar al agua, morirán.
El hombre quedó estupefacto y respondió:
-Pero esto no tiene sentido, hay miles de estrellas en esta playa,
nunca tendrás tiempo de salvarlas a todas. Esto que haces no cambia
nada.
El viejo miró fijamente al hombre, tomó una estrella de mar de la arena y la lanzó con fuerza por encima de las olas.
-Para ésta… algo cambió.
21 de mayo de 2014
15 de mayo de 2014
On the road
Seguir por el camino de las inseminaciones artificiales se está haciendo muy duro. Un mes me prendo fuego y al mes siguiente tengo que ponerme hielo (léase, tomar anticonceptivos) y todo se va aplazando.
Somos una pareja infértil y necesitamos que la ciencia nos ayude con todo lo que pueda. Y tiene, tiene mucho aún para darnos. Tengo ovarios y pienso usarlos. Si han de estimularme pues vayamos por todo. Y que se arme la fiesta.
Así que como bien me dijo Promediando el círculo estos días se han ido en sacar papel, lápiz, calculadora, patear la calle, hablar con la obra social (varias veces), buscar mi historia clínica, estudios, aprender sobre qué dice la ley de fertilización asistida, cuáles son mis derechos, qué me conviene en términos de dinero, tiempo y tranquilidad emocional.
Mi obra social pone trabas y exige que me pase de plan. No quiero irme a Fertilab o Gens (que es lo que ellos proponen por ley) sino hacerlo en la clínica en la que me vengo atendiendo. Para ello debo subir de plan. Aún haciendo esto, el precio de un tratamiento de alta complejidad es tan alto que conviene hacerlo por obra social. Lo hemos hablado y desde ayer tengo un plan que me da cobertura para tratamientos de fertilización asistida.
Vamos resolviendo la parte burocrática. Necesito ayuda para la parte emocional. Necesito prepararme para lo que va a venir. Esto es algo grande pero no tengo miedo. Anoche descansé bien.
Ahora puedo volver a comenzar a pensar en otras cosas.
De a poco, el dibujo se va completando.
Somos una pareja infértil y necesitamos que la ciencia nos ayude con todo lo que pueda. Y tiene, tiene mucho aún para darnos. Tengo ovarios y pienso usarlos. Si han de estimularme pues vayamos por todo. Y que se arme la fiesta.
Así que como bien me dijo Promediando el círculo estos días se han ido en sacar papel, lápiz, calculadora, patear la calle, hablar con la obra social (varias veces), buscar mi historia clínica, estudios, aprender sobre qué dice la ley de fertilización asistida, cuáles son mis derechos, qué me conviene en términos de dinero, tiempo y tranquilidad emocional.
Mi obra social pone trabas y exige que me pase de plan. No quiero irme a Fertilab o Gens (que es lo que ellos proponen por ley) sino hacerlo en la clínica en la que me vengo atendiendo. Para ello debo subir de plan. Aún haciendo esto, el precio de un tratamiento de alta complejidad es tan alto que conviene hacerlo por obra social. Lo hemos hablado y desde ayer tengo un plan que me da cobertura para tratamientos de fertilización asistida.
Vamos resolviendo la parte burocrática. Necesito ayuda para la parte emocional. Necesito prepararme para lo que va a venir. Esto es algo grande pero no tengo miedo. Anoche descansé bien.
Ahora puedo volver a comenzar a pensar en otras cosas.
De a poco, el dibujo se va completando.
Etiquetas:
alta complejidad,
deseo,
obra social,
ser mamá
13 de mayo de 2014
Cuando el inconsciente quiere que sueltes
Soñé que estaba en una habitación jugando con un autito a control remoto (nótese la connotación técnica de mi sueño). Yo tenía el control remoto en mis manos e intentaba que el autito se subiera a una rampita y se metiera en una ranura que había en la pared. Una vez que se metía allí, mágicamente aparecía un autito mejor. De modo que ese era el juego: subirlo por la rampa, meterlo en la ranura y que me dieran un mejor auto. El juego era simple, unas maniobras aquí y allá con el control remoto y se conseguía el resultado. Pero a medida que avanzaban los niveles todo se hacía más complicado. MI auto era mejor pero aparecían otros autos que obstaculizaban mi auto. Y luego estos autos se volvían agresivos e intentaba chocarlo. Por último ya no eran sólo autos sino manos gigantes (sí, manos enormes) que tomaban mi autito y lo estrellaban contra la pared. En ese punto, yo soltaba el control remoto y decía: no, así no se puede jugar, con este controlcito de mierda no puedo contra esto tan grande.
En otro sueño muy psicolélico aparecía una mujer con un niño de cinco años que me decía: tenés que encontrar la palabra "birthday" que traducido literalmente al castellano significa "día de nacimiento".
En otro sueño muy psicolélico aparecía una mujer con un niño de cinco años que me decía: tenés que encontrar la palabra "birthday" que traducido literalmente al castellano significa "día de nacimiento".
9 de mayo de 2014
Bienvenida al mundo de la alta complejidad
De cinco folículos se rompieron tres. Los otros dos aún están conmigo.
Me propuso pasar a in vitro. Hace un año y medio que estoy en esto y sólo logré acceder a cuatro intentos de inseminación (con un embarazo en el segundo que no resultó bien). Tuve una charla profunda con el doc.
Ampliaré cuando digiera toda la información nueva.
Me propuso pasar a in vitro. Hace un año y medio que estoy en esto y sólo logré acceder a cuatro intentos de inseminación (con un embarazo en el segundo que no resultó bien). Tuve una charla profunda con el doc.
Ampliaré cuando digiera toda la información nueva.
8 de mayo de 2014
Señorita M
Llegó el día de la bajada de sangre.
Nunca pensé que iba a decir esto en este blog (y hasta parece blasfemo) pero qué lindo es menstruar. Soy un ser de luz con el universo. No me duele nada, siento calorcito en la espalda y una felicidad total y completamente absurda. Podría anotar una serie de metáforas más como que soy la luna llena andando pero estamos en cuarto creciente así que, bueh, nada, me callo mejor y espero a mañana, que abierta de piernas y con el coso ese del ecógrafo insertado en mis partes íntimas se verá si efectivamente los cinco folículos se rompieron liberando 5 ovocitos de mis ovarios que al no ser fecundados se fueron barridos por esta sangre que estoy perdiendo hoy, muy felizmente.
Nunca pensé que iba a decir esto en este blog (y hasta parece blasfemo) pero qué lindo es menstruar. Soy un ser de luz con el universo. No me duele nada, siento calorcito en la espalda y una felicidad total y completamente absurda. Podría anotar una serie de metáforas más como que soy la luna llena andando pero estamos en cuarto creciente así que, bueh, nada, me callo mejor y espero a mañana, que abierta de piernas y con el coso ese del ecógrafo insertado en mis partes íntimas se verá si efectivamente los cinco folículos se rompieron liberando 5 ovocitos de mis ovarios que al no ser fecundados se fueron barridos por esta sangre que estoy perdiendo hoy, muy felizmente.
7 de mayo de 2014
Esperando la luna
La semana pasada tuve mi pico máximo en esta quinta montaña rusa del sol. Me subió la temperatura unas décimas y me sentía caliente en la zona de los riñones. Todo lo contrario a las primeras dos semanas del ciclo. Y, luego, el correspondiente estallido en la zona pelviana. Un dolor de cabeza insistente y la sensación de querer llorar todo el tiempo. Pasaba de la risa al llanto en apenas segundos. En un momento pensé: "debo estar ovulando. ¡Salgan los cinco, no sean tímidos! ¡Salgan de mis ovarios ya!".
Estuve así unos dos días.
Y luego, toda esa sensación poderosísima y agobiante se fue. Algo se enfrió y empecé a sentir que las funciones fisiológicas se normalizaban. Y claro, me enfermé. Una especie de gripe con tos que me dura hasta el día de hoy. En medicina oriental decimos que cuando nos resfriamos estamos "hasta las narices" de una situación o algo que nos acontece.
Así que así estoy: esperando la menstruación. Una nueva luna que se añade.
Estuve así unos dos días.
Y luego, toda esa sensación poderosísima y agobiante se fue. Algo se enfrió y empecé a sentir que las funciones fisiológicas se normalizaban. Y claro, me enfermé. Una especie de gripe con tos que me dura hasta el día de hoy. En medicina oriental decimos que cuando nos resfriamos estamos "hasta las narices" de una situación o algo que nos acontece.
Así que así estoy: esperando la menstruación. Una nueva luna que se añade.
Etiquetas:
causa y efecto,
la luna,
menstruación,
Puregon
Suscribirse a:
Entradas (Atom)