Me pongo tan triste. Tan triste por
esta bolsita que trató de quedarse pero que pareciera que no tiene
muchas chances. Nos decimos con él que menos mal que la bolsita aguantó
todo lo que pudo para demostrarnos que sí, que nos quedamos
embarazados, que el óvulo y el espermatozoide se juntaron y que no
hay dudas de que en algún momento voy a ser mamá. Y él dijo, sí,
que bueno bolsín que te quedaste. Y entonces nos reímos abrazados
en la cama. Y yo lloro un poco pero ya no me siento tan triste aunque
sé que los días que vendrán van a ser largos y muy difíciles.
24 de agosto de 2013
No es viable
Algo del saco vitelino que no le gustó.
Y la vesícula que creció mucho pero que en realidad no es así sino
que lo interpreta como que el saco no creció y entonces la vesícula
se ve grande. Y entonces me entero de que no ve el embrión aún. De
que se ve el saco, se ve el anillo llamado vesícula pero no se ve el
embrión. Y entonces dice: no me gusta lo que veo. Algo que yo interpreto como "esto no es viable". El saquito no se está desarrollando como debiera.
Es lo que los médicos llaman tan fríamente: "desarrollo embrionario". Y ahora
comprendo por qué nadie dice nada hasta que termina el primer
trimestre. Porque recién a las 12 semanas uno se entera de si el
embarazo va a seguir o se va a perder.
18 de agosto de 2013
De cómo me enteré que estoy "un poquito" embarazada (1)
Cuando llego a la clínica hay un montón de
parejas antes que yo. Pienso: debería haber reprogramado el
turno. Y luego pienso: no, mejor me quedo, espero y le pregunto por
qué no me viene la menstruación y me quedo tranquila.
Llega mi turno. Paso al consultorio.
-Y bueno... que se haga una beta -dice el doc joven.
Llega mi turno. Paso al consultorio.
Están mi doc y el doc más joven. Los
saludo alegremente a los dos.
-¿Cómo va todo?
-Y no sé... no me vino la
menstruación.
-¿Cómo que no te vino?
-Y no... vine para que me tranquilices.
Enseguida deciden hacerme una ecografía de control.
-¿Vos sentís que te está por venir?
-Y la verdad es que no... siento todo
medio tirante, inflamado... Es
rarísimo. Como si mi cuerpo quisiera retenerlo todo en vez de
expulsarlo.
-El ovario izquierdo está en total
reposo... el derecho... mmmh... ¿cuándo te vino la menstruación por última vez?
-El 17 de julio pero después de eso no
volví a perder sangre nunca más.
Estoy aturdida. ¿Qué les pasa? ¿Por
qué andan cómo revoloteando alrededor de la imagen?
¿Qué encontraron?-Y bueno... que se haga una beta -dice el doc joven.
-Y sí, es lo más seguro, una beta...
No entiendo nada, los escucho hablar.
¿Una beta? ¿De qué están hablando?
-Bueno, te digo lo que nosotros estamos
viendo en este momento.
El corazón se me sube a la garganta.
Pienso: dios mío, encontró algo peor. ¿Qué mierda encontró
AHORA?
-Vemos una imagen en el útero que se
asemeja a un posible embrión.
Salto de la camilla.
-¿QUÉ?
-Eso, que vemos una imagen que puede
estar indicando que...
-Vos me estás jodiendo.
-No, no te estoy jodiendo.
-¿¿Vos me estás diciendo que no me
viene la menstruación porque me quedé embarazada de la inseminación y no me di cuenta??
-Es una posibilidad.
De pronto empiezo a temblar.
-¡Pero yo menstrué!
-Mirá... la ecografía muestra esto.
Pero no es determinante. Necesitamos que te hagas un análisis de
sangre para saber si estás embarazada. La imagen que se ve es muy
chiquita y no me cuajan las fechas pero la biología no es exacta así
que...todo es posible.
Da vuelta la pantalla y allí lo veo,
un punto. Allí mismito en un costadito del
útero. Agarradito, con todas sus fuerzas. Tantas veces vi puntos en
mis ovarios: folículos y más folículos. Pero ese punto está en mi
útero. ¡En mi útero!
-Tal vez esto tenga un final feliz -me
dicen sonriendo.
No quiero preguntarles por las opciones
no felices. Escuché ya términos médicos como "tal vez sea un
saco vacío" o "hay que ver cuánta beta hay".
Salgo del consultorio con las órdenes
en la mano y un revuelo de mariposas en el corazón. Estoy aturdida.
No sé ni para dónde queda la escalera.
Ahora sabemos por qué no me venía la
menstruación.
14 de agosto de 2013
Una antena, por favor
Terminé con el ciclo de
anticonceptivos. En estos días debería venirme la menstruación.
Pero aún no hay ni rastros de la sangre. Ya no me reconozco. No sé
cómo era menstruar antes de comenzar con todo esto. Son tratamientos
largos y lo largo estira el deseo. El cansancio es moral, no físico. Aunque a veces sí,
también es físico. Ayer probablemente fueron las hormonas. De
pronto mi cuerpo toma envión. Algo hace un click. Es como si de
pronto todas mis células gritaran al mismo tiempo: "¡no está
tomando la píldora!". Y la hipófisis mandara señales a todos
lados. Es muy sutil este cambio. Creo cada vez más que tomar
anticonceptivos inhibe algo en el
proceso de las emociones. Y cada vez más creo en el poder de los
estrógenos. Cuando me dan Puregón es como si viera la vida en
technicolor. Ayer, ya sin la pastillita rosa volví a sentir esa
sensación de que en cualquier momento se larga la cascada y de que no soy de piedra ni tengo una fuerza ilimitada. Soy tan humana
como el que más. Y tengo ganas de mandar todo al cuerno y quedarme
sola, con él, abrazándonos por un largo tiempo.
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