No quiero escribir cosas negativas pero tampoco puedo hacer oídos sordos a lo que mi cuerpo grita. Estoy hasta la coronilla de estas anticonceptivas. ¡Me están volviendo loca! A la retención de líquidos se añade una hipersensibilidad en la piel. Por ejemplo, no puedo estar descalza en el pasto que me broto por completo. Y con lo que me gusta estar en el pasto.
La primer semana lloré todos los benditos días y me arrastraba por el piso. La segunda semana estuve eufórica y me tenía que contener para no desbordarme. La tercer semana mi mal humor era tan notorio que mi media naranja tuvo que ponerme algunos puntos. Cosa que, claro, disparó mi llanto irrefrenable. Parecería que no puedo tener una charla adulta ni aceptar ninguna crítica. Todo dispara mi sensibilidad. Todo.
Necesito volver a sentirme bien. Volver a ser yo. ¡Devuélvanme mi cuerpo, mi hipófisis, mi cerebelo, carajo!
Falta poco. El miércoles me toca ecografía y todo esto será el pasado.
Cómo te entiendo!!! las hormonas nos revolucionan y una se acaba cansando... pero ya no te queda nada. Yo acabé la semana pasada y una gozada!! sigo estando algo sensible pero nada que ver con estos meses atrás.
ResponderBorrarUn beso y ánimo campeona!