Viernes por la mañana. Tercera ecografía.
Estoy semi recostada en la camilla con las piernas abiertas. Antes de venir acá me volví a sacar sangre para verificar Estradiol y Progesterona.
La cara de mi doc es de suspenso total. Trato de descifrar qué está mirando pero no lo logro discernir.
-¿Estás más contento que el miércoles?
Suspira.
-Y... mmmno, la verdad que no. No es como la vez pasada. Esta vez viene más lento. Cambiate y te espero en el consultorio.
Mientras me visto trato de ordenar mis pensamientos pero últimamente las ideas claras se me escapan. Es como si hace días viviera en una nube de humo.
Entro al consultorio y lo veo acompañado de otra médica más joven. Los dos están mirando fijamente la computadora.
-Bueno, veamos ¿cuánta medicación te queda?
Respiro. Al menos no me está hablando de cancelar todo. No seré la "mejor foliculadora del mundo" pero algo parece que hay.
-Me queda Puregon y Cetrotide. Menopur sólo me queda una ampolla.
-Bien, vas a comprar dos ampollas más. Y nos vemos el lunes.
-¿O sea que sigo con la misma medicación?
-Sí. En el ciclo pasado explotó todo recién al final. Esperemos que esta vez suceda lo mismo.
Me paro, los saludo y me voy. La cabeza me da vueltas. Me hubiera gustado que me diga: "qué lindo esta esto", o "mirá cómo crecieron". Pero no. Es todo incertidumbre. Y la incertidumbre me está matando. Enseguida un pensamiento acude en mi rescate: "al menos no es la certeza de un NO".
En la calle lo llamo a mi chico y le explico todo. Luego me voy a la farmacia a comprar Menopur. No me alcanza la plata. Me denegan la tarjeta. Me entra una desesperación total. Me rugen las entrañas. No puedo pensar claramente. Estoy por largarme a llorar en la farmacia. Maldigo a las hormonas y a este momento de sensibilidad.
Viene a rescatarme mi mamá que, por esas "casualidades" de la vida, anda por ahí cerca. Bendigo los teléfonos celulares, la comunicación en el siglo XXI y a mi mamá, por supuesto. Nos volvemos juntas en subte, sosteniendo la heladerita con las dos ampollas de Menopur adentro. Me pregunto ¿cuántas veces más tendré que cruzar la mitad de la ciudad con medicación que necesita cadena de frío? Abrazo la heladerita como si allí hubiera algo muy preciado. Nos acordamos con mi mamá la vez que paseamos a los "muchachos" del donante en el subte. El tubito de ensayo metido entre el corpiño y la teta para darle calor. Parece que fue hace un siglo cuando me hacía las inseminaciones y todo parecía fácil. Yo foliculaba lindo lindo lindo.
Llegamos a mi casa. Meto todo en la heladera, me descalzo, preparo un mate y lo tomamos en el jardín.
Pequeño momento de paz.
Por la noche me llama el doc al celular.
-Te llamo para decir que está todo bien. Las hormonas dan mejor de lo que yo esperaba. Algo está descoordinado pero actividad ovárica hay. Quéndense tranquilos y pasen un buen fin de semana.
CHAN.
Ains preciosa!! vaya día tuviste que pasar... pero esa llamada tranqulizadora de doc creo que os tiene que calmar bastante , no?
ResponderBorrarMuchisima fuerza bonita!! tiene que ser la tuya!
Hola Meri! Gracias por pasar! Ojalá que salga todo bien, ya no sé qué pensar, trato de volverme loca. La llamada fue muy tranquilizadora. Hoy tendré más noticias de cuándo será la punción!
BorrarEs cierto que es súper tranquilizador hacer más cantidad de óvulos, ni qué decir si tenés la suerrrrte de que te queden para congelar... pero vamos, para el bebé en brazos hace falta uno y en esa carrera estás!!! Por lo visto tenés un médico genio, que se compromete con ganas. Si el te da el ok, confiá! Arriba los corazones ♥
ResponderBorrarBuffff... Que día mas angustioso pero quédate con esa llamada de última hora. Esa es la que importa, la que dice que todo esta mejor de lo que parece. Animo y no desesperes! Seguro que todo se dará bien!
ResponderBorrarcomo nos dijimos mutuamente varias veces, este es un camino de dia a dia, de ir viendo paso a paso... no queda otra.
ResponderBorrarentregate a tu universo, a lo que viene.
todo estara bien!
un abrazo fuerte!
Hermosa. Sabía que te pensaba tanto por algo, ahora ya me puse al día. Te leo y te siento, esos momentos de desborde de la injusticia innecesaria de este camino, y a la vez necesaria de este camino para avanzar. Se me parte el corazón cada vez que lo intentas y falla, tanto como se me parte con mi propio camino. Pero se recompone con cada paso. Un día es la antimulleriana, otro día es la medicación, otro día es el menopur, otro día es que al fin estén los óvulos, que al fin embrionen, que al fin transfieran, que al fin te embareces, nos embaracemos. Es un sube y baja emocional, la injusticia, la búsqueda de paz, la bronca... todo se mezcla. Te abrazo, para el silencio, para la charla, para escribirnos... acá ando.
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