16 de septiembre de 2015

¿Dónde? Y gracias

¿En dónde andará mi gaviota? No lo sé. Lo único que sé es donde estoy yo. Y donde estoy la vida me sonríe. La vida que vine a vivir me recuerda todos los días la fortuna de tener este cuerpo y usarlo. Y me permito amar a quienes tengo cerca, ayudar a quienes sufren mucho, disfrutar de lo que la vida me da y seguir adelante.
A veces me pregunto dónde estarás, si habrás sido sólo un sueño, si acaso algún día serás real. Pero hoy sé que hay más de un camino para llegar a vos. No sé de qué forma abrazaré la maternidad. No sé de qué forma me convertiré en madre. Pero lo que sí sé es que de algún modo eso llegará. De algún modo, está llegando. No me importa si es con mi panza enorme creciendo o con un niño que viene de otra panza. En realidad creo que entendí que lo que quiero es brindarme, amar, estar ahí para el otro. No faltarán mis brazos. Lo sé. Tengo un cuerpo para amar, abrazar y desear.
¿Dónde estarás, mi gaviota? 
Es que tal vez no seas mía. Pero te encontraré.
Gracias por enseñarme todas estas cosas.