28 de agosto de 2014

12

Ayer por la tarde me agarró un ataque de llanto imposible de frenar. Vino mi mamá y me consoló bastante. Estuvimos un rato tomando mate en el jardín mientras el gato jugaba con unos pastitos. Me quedaron los ojos rojos. Parecía Drácula. Después me fijé bien y el problema estaba en que en el blanco del ojo tenía como un derrame de sangre. Lo que me faltaba, pensé, sangre por arriba y sangre por abajo. Parece que son efectos de la progesterona que puede enrojecerte los ojos.
Sigo perdiendo sangre. Hilos y más hilos. Ahora son rojos. Ya estoy resignada al día de mañana. Tengo muy pocas esperanzas. Con cada ida al baño las voy perdiendo como esta sangre que se me va por el inodoro. 
Se dice que una primera FIV-ICSI es también un modo de diagnóstico. A partir de allí se pueden cambiar algunos protocolos. Al menos sé que si esto no funcionó no fue un intento para nada. De aquí en adelante tenemos más información de cómo habría que seguir.
También es cierto que nos quedaron dos embrioncitos de buena calidad vitrificados. Tal vez allí estén los hijos que estamos buscando.
Aún así, sigo enfocando mi energía en el día de mañana. 

27 de agosto de 2014

11

-No le hagas caso a ningún síntoma. Lo único determinante es la beta. 
Esas fueron las palabras de mi médico el día de la transferencia.
-Además, acordate, vos tuviste pérdidas y estabas embarazada, así que ¡tranquila!
Estoy a dos días de la beta. Un ligero manchado me hace temblequear todas mis esperanzas. Cada vez que voy al baño y me limpio allí está, una sangre clarita, como jugo de carne. No es agradable la descripción, lo siento. ¿Implantación? ¿Inicio del ciclo menstrual? ¿Progesterona mezclada con fugas de sangre? No puedo evitar pensar que mientras yo sufro aquí afuera, ustedes tal vez estén ahí adentro agarrándose fuerte con uñas y dientitos de pequeños embrioncitos.
El año pasado cuando me embaracé (duró siete semanas) también me vino una "menstruación". ¿Eran pérdidas? ¿Era implantación? ¿Era una implantación, ejem, exagerada?
Vamos a dejar claro una cosa.
Ningún síntoma a esta altura debería ser signo de nada. Mi cuerpo ha recibido tantas hormonas que todo tiene que reacomodarse. No sólo a la nueva vida allí dentro sino a todo lo que ha ido haciendo en este mes. ¡Ha sido un mes de mucho trabajo! A saber: mi cuerpo ha formado 8 huevitos en los ovarios (cuando lo normal es que forme sólo uno), unos días más tarde ha recibido en su seno a dos embrioncitos y ha estado recibiendo triple dosis de progesterona por via vaginal. Todos los síntomas que tuve la semana pasada se los debo a la doble inyección del pregnyl. ¡Vamos, si es gonadotrofina coriónica, la hormona del embarazo! ¡Tenía las tetas como si fuera a tener mellizos y ni siquiera me habían transferido a mis embrioncitos!
Así que por mi bienestar emocional he decidido lo siguiente: si un embrión hace un año se quedó conmigo luego de la terrible menstruación que tuve, no veo por qué estos dos no puedan quedarse. La biología te da sorpresas. Todo el tiempo. No voy a prestarle atención a esta sangre impertinente, aunque sea clarita, aunque esté mezclada con el flujo de la progesterona, aunque aunque aunque....
Sigo con el ácido fólico y la progesterona y soñando con mis semillitas. Vamos, que tal vez estén ahí. Tal vez sean embriones a los que les gusta bailar. No los culpo, mis amores, a mamá también le encanta bailar. Ya verán cuando sean grandes las panzadas de baile que nos vamos a dar.

26 de agosto de 2014

10

De pronto, a tres días de la beta, al limpiarme aparece un leve manchado color ¿té? Estoy entre descorazonada y resignada. La esperanza es lo último que se pierde, dicen, pero yo ya no sé qué pensar. Mi único objetivo es llegar al viernes con la cabeza y el corazón enteros. Si me tengo que destrozar ¡que sea por un dato certero, carajo! ¡Qué maldita manía de llorar de antemano que tengo!
Por si fuera poco, el mini veranito se terminó y afuera hay un viento y un frío de los mil demonios. Envuelta en lanas y más lanas escribo intentando calmarme. Ahora mismo, intentando concentrarme en preparar una clase.
A tres día de la beta. Así estamos. 

25 de agosto de 2014

9

¿A todas las que están betaesperando les agarra el ataque de tirar todo lo que sobra del placard? Es así, me agarró un ataque de limpieza. Hay un cuartito muy pequeño que usamos como escritorio y donde además está la computadora. El escritorio tiene varios cajones y además hay un placard con una cajonera igual y varios estantes con cajas, carpetas, artículos de computación, cables, equipos, en fin. Encontré de todo: sobres, cartas, fotos, cd's, artículos electrónicos, mapas, cartillas médicas viejas, agendas de hace diez años, manuales de uso de electrodomésticos que ya ni tengo.
Gran parte de eso fue a una bolsa de consorcio.
Dios mío, sigo acá rogando que todo salga bien. De síntomas no quiero ni hablar. Se han ido uno a uno. No me siento hinchada ni me duelen las tetas. Quiero decir, me siento muy normal si es que es posible sentirse así. Ayer me dolían un poco los ovarios pero hoy ni eso.
Faltan cuatro días para la bendita beta.
La puta madre.

22 de agosto de 2014

8

Estamos a una semana de la transfer y agosto sigue su curso. Nació Emilia de Promediando el círculo con un buen peso y respiró por sí misma. Y ese llantito le cambió la vida a su flamante mamá. Desde acá les mandamos un abrazo lleno de luz para este nuevo comienzo.
Luna nos cuenta cómo va quedando el cuarto azul de sus niñas que ya tienen sus nombres: ¡María y Alicia! Ya va quedando menos, querida Luna. ¡Queremos ver cómo quedan esas estrellas!
La vida sigue su curso y yo me emociono con cada nuevo comentario, con cada espera, con todo lo bueno que nos va trayendo agosto: oportunidades.
Ayer luego de mi hora con la psicóloga estuve paseando por los alrededores, me tomé un helado en honor a este mini verano y me topé con varios negocios de ropita para bebés, cochecitos, cunas, sillitas, en fin. Todo un mundo por descubrir.
Seguimos acá, bestaesperando tratando de no hacer mucho caso de los síntomas que aparecen (no son muchos). Poco a poco veo como los moretoncitos de las inyecciones desaparecen. El cuerpo se reacomoda. La caja de progesterona disminuye. El blister del ácido fólico también. Sigo regándome como puedo. Ruego que esta semana no sea muy terrible y que agosto acabe bien. 

20 de agosto de 2014

7

Día 5 post transfer. De pronto estalla el verano en Buenos Aires. 28º en pleno agosto es casi pornográfico. Yo ya estoy queriendo revolear polleras. Y, sin embargo, voy tranquilita por la faz de la tierra, me muevo lento, delicadamente, no ando saltando de un lado a otro (como suelo moverme normalmente). Pero por dentro soy una catarata de emociones, ¡mis pensamientos vuelan a una velocidad inusitada! ¡Soy una saltimbanqui del pensamiento!
Cada día que me despierto el primer pensamiento que se me viene a la mente es: un día menos para la beta.  No soy muy original, claramente.
Las tetas se me pusieron como a los 15 pero más grandes y turgentes. Es increíble lo que le hacen las hormonas al cuerpo. Siento que estoy viviendo el verano del cuerpo. Soy pura pulpa. Vivo para retener. Estoy, obviamente, constipada. Bebo mucha agua y salgo a caminar un poco. Ni me atrevo a hacer los ejercicios de yoga que ayudan a eliminar. En realidad no quiero eliminar nada. Hay que ser sincero con uno mismo. Vamos, que es así. Hubo un tiempo de limpieza. Pero esa limpieza surtió su efecto. Hoy soy una esponja. Y está bien que así sea. 

16 de agosto de 2014

6 (la transferencia)



Mis dos embrioncitos están en una estufita a 37º, esperándome. Yo estoy en un cubículo todo blanco, enfundada en una bata blanca, pantuflitas de quirófano, con un gorro que no me favorece y la vejiga a punto de explotar. Él está conmigo, igual de ridículo que yo. Le pusieron el mismo gorro y una bata de mangas largas que también se abrocha atrás. Parece sacado de un loquero. Me dan ganas de reir pero de verdad me estoy haciendo pis.
Llega el médico y le dicen a él que se quede en el cubículo. Yo entro solita al quirófano. Me acuesto en la camilla. Aunque descargué algo la vejiga igual me siento como una pelota de agua. ¡Lo único que falta es que le haga pis al médico en la cara! Pero bueno, es obstetra, en los partos debe haber visto cosas peores. A mi alrededor revolotean tres chicas enfundadas en batas verdes y gorros verdes. Me tratan muy dulcemente. Una me hace la ecografía y se le ilumina la cara: "¡Ah, qué lindo está todo!", la escucho que dice y me señala, "ves, ahí está tu vejiga y éste es el endometrio".
Entra el doc y todo pasa muy rápidamente y sin dolor. Los espéculos, la cánula. Escucho que me preguntan mi nombre y el de mi marido. Después escucho que lo van repitiendo varias veces.
-No, no estás loca - me dice el doc -es el protocolo de seguridad.
Y de pronto me dicen que gire la cabeza y mire. En la ecografía veo algo que avanza (la cánula) y que deja dos mínimas semillitas blancas en el endometrio.
Mis dos amores. Mis dos seres de ocho celulitas.
Ya están conmigo. Lo demás, no importa.

14 de agosto de 2014

5

Ya pronto se reunirán conmigo. Lo sé. Los voy a abrazar desde mis entrañas. Acunarlos con toda la ternura de mi corazón. ¿Me sienten? Soy este mar de sangre caliente y fresca. Soy el jardín para que ustedes, mis hermosas florecitas, crezcan y desarrollen sus raíces. Los amo profundamente a todos y cada uno por igual. A los tres embris de buena calidad y a ese cuarto de calidad media. Son mis gaviotas que ya están volando, extendiendo sus alas, hacia este mar sereno que soy hoy. Gracias por existir. Gracias. Gracias. Gracias. 

13 de agosto de 2014

4 (habemus embris!)

¡Larga vida a los embris!
¡Viva!
De los 8 ovocitos se fecundaron 4 y parece que hay 2 en camino, es decir, hay que ver cómo evolucionan  (mañana me informan mejor).
Tengo una alegría instalada que no se me va con nada.
Me pongo la progesterona feliz de la vida (¡aunque sea un enchastre!).
Ya están acá: ¡son reales!
Gracias por todos los hermosos comentarios que me están dejando sobre sus experiencias. ¡Me hacen muchísimo bien!

3

Ayer fue la aspiración de folículos. Y contra todo pronóstico había ocho ovocitos que salieron cuando el doc los pinchó. Así que hay material para hacer un bebé (o dos). Yo no sentí nada porque fue con una suave sedación endovenosa. Es decir, me durmieron en un sueño plácido y tibiecito. Todo fue rápido y fluido (salvo el tránsito, cuando él fue a buscar a "los muchachos" al banco pero yo ni enterada, estaba en el último sueño de la sedación).
Ahora a esperar la llamada que nos dirá cuántos fertilizaron. Ayer por la noche comencé con mi amiga la progesterona y hoy seguimos tres veces al día. Siento el útero cargado y las tetas están grandes, como para dar de amamantar a mellizos.
Algo que nos hizo gracia: el ocho acostado es el símbolo del infinito. 


8 de agosto de 2014

2 y 1/2

Acá andamos cortando clavos. De los siete potenciales hay dos que al octavo día de la estimulación "picaron en punta" (están ya grandecitos). Y esto no es algo muy bueno porque ya están casi cocinaditos y han dejado rezagados al resto que podrían crecer un poco más. Tal vez lleguemos a una mayor cantidad pero no habrá los suficientes ovocitos como para congelar. Con esto nos queda claro que si bien no es un mal pronóstico tampoco es el ideal. Y yo entonces pregunto: ¿pero el ideal para quien? ¿Hay chance de que haya al menos un embrión? Sí. Bueno, entonces tengo toda la fe puesta ahí. Yo quiero tener un bebé, no quichicientos embriones congelados. Con uno que se agarre a mí me basta. Así que me bajo humildemente de la super curva de las estadísticas y acepto que soy un ser humano, que mis ovarios han hecho lo que han podido con las hormonas que les hemos proporcionado y que si nos dejan seguiremos nadando y llegaremos hasta el final. 

7 de agosto de 2014

Inexplicancias

Soñé con una hija. Mi hija. Tenía un año. Su pelo era oscuro y los ojos muy negros. Tenía la piel descamada y estaba muy pálida. En mi sueño yo estaba haciendo el tratamiento que estoy haciendo ahora. Me daba las inyecciones y rogaba que hubiera muchos ovocitos para fecundar. De pronto miraba a mi hija y me decía: ¿pero cómo no me di cuenta de que ya tengo una hija? Pero era una hija que no podía abrazar. La veía brumosa. No estaba en este mundo.
En el sueño la carita de esa nena se convertía en la cara de mi hermoso y dulce gato. Me desperté con mi gato durmiendo a pata suelta, encima mío.

6 de agosto de 2014

2

¡Primera eco! Habemus pool folicular. Esto quiere decir que hay folículos y están parejitos. Tres potenciales del izquierdo y cuatro potenciales del derecho. Seguimos con la misma medicación y mañana agregamos Orgalutran. Es muy temprano para saber algo aún. Yo les hablo, les digo que tienen que ir juntos, que sean solidarios y que todos van a tener su chance de ser la mitad de un bebé. Y así vamos pasando los días. Leves pinchacitos en el bajo vientre, mucho sueño de a ratos y energía inusitada en otros.

4 de agosto de 2014

De agujas y pinchazos

Ya no me dan miedo las agujas. Al menos no me duelen ni me dejo moretones. Con respecto a la mezcla con el Menopur, bueno, eso es harina de otro costal. La primera vez fue un desastre, la segunda fuimos mejorando.
La frase del doc fue: ¡no tengan miedo a la medicación! Incluso nos lo escribió en un papelito que tengo ahora pegado en la puerta de la heladera.
Él se apresuró a replicar que ambos somos hijos de diabéticos (yo de madre y él de padre) insulino dependientes y que durante toda nuestra vida hemos visto como nuestros progenitores se inyectaban insulina antes de desayunar.
-Amor, vos nunca te inyectaste nada y, como decía mi bisabuela materna: "la experiencia es una enfermedad que no se transmite". 

2 de agosto de 2014

1

¡Primer día!
Primer paso: preparamos el desayuno para mis ovarios. 225 UI de Puregón del lado izquierdo de mi pancita y 75 mg de Menopur del lado derecho. El Puregon entra fácil, sin problemas, rapidito y sin doler. El Menopur... bueno, esto de mezclar, diluir y que el émbolo de la jeringa no se te escape de los dedos es toda una técnica que tendremos que ir mejorando con el tiempo. Pero lo importante es que ya está adentro de moi. ¿Vieron que a los medicamentos homeopáticos los agitan y baten para potenciarlos? Bueno, ejem, digamos que el Menopur quedó como bastante energizado.
Segundo paso: preparamos el desayuno para nosotros. Café con leche y unas buenas rebanadas de pan integral con queso y dulce. Ah, y el ácido fólico, claro.
Así comienza nuestro primer día de este ciclo FIV. 

1 de agosto de 2014

Ser mujer

Por la tarde estallo de ansiedad y nervios. MAÑANA EMPEZAMOS.
Y entonces lloro. 
Y no sé si lloro de angustia, de felicidad, de que no quiero que me molesten con cosas que no tengan nada que ver con este momento. Lloro porque estoy cansada, dormí muy poco, me fui a sacar sangre tempranísimo, me hicieron una eco y no había ningún residual. Lloro porque hoy a la mañana me reí con el médico (y ahora estoy llorando). Lloro porque es mi segundo día de la menstruación y casi siempre me agarran ganas de llorar. Lloro porque él al verme llorando, en vez de abrazarme, se pone nervioso y ofuscado y no sabe qué hacer con mi llanto. Lloro porque me pregunta qué me pasa y a cada pregunta a mí se me atraganta más el llanto.
Y entonces le respondo:
-¿No es obvio lo que me pasa?
-Amor, ante todo SOS una mujer. Nunca es obvio nada.
Y entonces nos reímos.