Cuando ellas hablan del inminente nacimiento de su bebé
a mí se me congela el alma.
a mí se me congela el alma.
Es sólo un instante,
un rayo que me atraviesa de cuajo
cortando partes mías.
Las felicito, les pregunto sobre el embarazo,
me comparten su felicidad, sorpresa y temor.
Pero después... escuchando sus palabrasme comparten su felicidad, sorpresa y temor.
mi alma se congela.
Tan inmersa estoy en mi trabajo, las pequeñas cosas de la vida y el tiempo veloz...
Tal vez haya que conectar más con el corazón
y dejar que el alma se exprese
que el rayo corte, parta, destruya,
para que nazca lo nuevo en mí.
Se como te sientes, me a gustado tu escrito. Me quedo por aquí.
ResponderBorrarun saludo