18 de agosto de 2013

De cómo me enteré que estoy "un poquito" embarazada (1)

Cuando llego a la clínica hay un montón de parejas antes que yo. Pienso: debería haber reprogramado el turno. Y luego pienso: no, mejor me quedo, espero y le pregunto por qué no me viene la menstruación y me quedo tranquila.
Llega mi turno. Paso al consultorio.
Están mi doc y el doc más joven. Los saludo alegremente a los dos.
-¿Cómo va todo?
-Y no sé... no me vino la menstruación.
-¿Cómo que no te vino?
-Y no... vine para que me tranquilices. 
Enseguida deciden hacerme una ecografía de control.
-¿Vos sentís que te está por venir?
-Y la verdad es que no... siento todo medio tirante, inflamado... Es rarísimo. Como si mi cuerpo quisiera retenerlo todo en vez de expulsarlo.
-El ovario izquierdo está en total reposo... el derecho... mmmh... ¿cuándo te vino la menstruación por última vez?
-El 17 de julio pero después de eso no volví a perder sangre nunca más.
Estoy aturdida. ¿Qué les pasa? ¿Por qué andan cómo revoloteando alrededor de la imagen? ¿Qué encontraron?
-Y bueno... que se haga una beta -dice el doc joven.
-Y sí, es lo más seguro, una beta...
No entiendo nada, los escucho hablar. ¿Una beta? ¿De qué están hablando?
-Bueno, te digo lo que nosotros estamos viendo en este momento.
El corazón se me sube a la garganta. Pienso: dios mío, encontró algo peor. ¿Qué mierda encontró AHORA?
-Vemos una imagen en el útero que se asemeja a un posible embrión.
Salto de la camilla.
-¿QUÉ?
-Eso, que vemos una imagen que puede estar indicando que...
-Vos me estás jodiendo.
-No, no te estoy jodiendo.
-¿¿Vos me estás diciendo que no me viene la menstruación porque me quedé embarazada de la inseminación y no me di cuenta??
-Es una posibilidad.
De pronto empiezo a temblar.
-¡Pero yo menstrué!
-Mirá... la ecografía muestra esto. Pero no es determinante. Necesitamos que te hagas un análisis de sangre para saber si estás embarazada. La imagen que se ve es muy chiquita y no me cuajan las fechas pero la biología no es exacta así que...todo es posible.
Da vuelta la pantalla y allí lo veo, un punto. Allí mismito en un costadito del útero. Agarradito, con todas sus fuerzas. Tantas veces vi puntos en mis ovarios: folículos y más folículos. Pero ese punto está en mi útero. ¡En mi útero!
-Tal vez esto tenga un final feliz -me dicen sonriendo.
No quiero preguntarles por las opciones no felices. Escuché ya términos médicos como "tal vez sea un saco vacío" o "hay que ver cuánta beta hay".
Salgo del consultorio con las órdenes en la mano y un revuelo de mariposas en el corazón. Estoy aturdida. No sé ni para dónde queda la escalera.
Ahora sabemos por qué no me venía la menstruación.

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