11 de marzo de 2015

Antimulleriana

Es increíble lo poco que tarda en sanar una pequeña extracción de sangre. Un pinchazo, algodón con alcohol y a otra cosa mariposa. Me maravilla cómo el cuerpo se pone al servicio del restablecimiento de la salud.
Porque finalmente me aprobaron el estudio de la antimulleriana. Así que aquí estoy, encerrada en este cubículo estéril, con una petisita que es pura sonrisa pero que sostiene una aguja.
Siempre que me dan a elegir yo les doy mi brazo izquierdo. Es pasivo y bueno. Es más lento y torpe pero "se deja hacer". El derecho no, ese demanda cosas. Hace y deshace pero no le gusta que lo toquen.
"Receptividad" y "acción" al palo. Todo dentro de una. 

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