Van seis días con los anticonceptivos. Sarpullido en los brazos. Hipersensibilidad en la piel. Hipersensibilidad en la vida. Lloro mucho. Y tengo miedo que esto me afecte en el siguiente tratamiento.
Estoy cansada, estoy harta, estoy vacía.
Voy a esta transferencia con la esperanza por el piso. Me hace sentir mal, culpable. ¿Por qué no me puedo poner feliz?
Y entonces la frase me retumba en el cerebro. "No importan tus esperanzas, lo que importa es que pongas el cuerpo. Y que la biología haga lo que tenga que hacer".
Dejar hacer. No hacer.
Ahí radica mi esperanza. En que esto no depende de mí.
Tranquila... la hipersensibilidad es algo muy común entre las "hormonadas" como nosotras. Afortunadamente, esa tristeza cargada de estrógenos no traspasa nuestro útero, que se mantiene ajeno a esos vaivenes... Así que espero que estés mejor, pero por el simple hecho de que te mereces sonreír! Si aún así las anticonceptivas siguen haciendo de las suyas, respira hondo... todo pasará, y pronto tendrás contigo a tus "congeladitos" :-)
ResponderBorrarUn besito enorme!
Malditas hormonas!!! y te habla una mujer hormonada y desquiciada ya!!jaja. Mucho ánimo que cada pastilla es un pasito que te acerca a tus congeladitos!
ResponderBorrarLas hormonas se apoderan de nosotras. Tu dejate hacer que, aunque te encuentres así, en segundo plano están las ilusiones y la confianza para esa transfe.
ResponderBorrarAnimo!
Vamos, ánimo!!! Cuántas veces encaramos tratamientos con la mejor onda y predisposición y sin embargo con eso no alcanza?! El cuerpo hace más allá de nuestra voluntad, y eso no solo funciona para lo malo :)
ResponderBorrarBeso enorme!!
Quiero que sepan que las adoro por estos mensajes. Ustedes sí que me entienden! Agradezco cada palabra de apoyo que viene de ustedes. Sé que cada una está en su proceso, las que aún lo estamos intentando y las que ya son mamás. Agradezco el ratito que se toman para darme una palabra de aliento. Significa muchísimo!
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